Recientemente hemos publicado un post sobre la necesidad de contar con un Community Manager que se ocupe de las redes sociales de una empresa, con bastante buena aceptación, lo aprovechamos para agradecer.
Además de comentarios personales que valoramos en SocSoft, recibimos la opinión de un usuario que nos alertaba de la cantidad de gente dispuesta a «hacer de Community Manager» (que no es lo mismo que ser). Nuestro colega Mikel Fernández comentaba que frecuentemente, a muchos de los postulantes, «les tiemblan las piernas» al darse cuenta del trabajo y dedicación que supone adentrarse en este apasionante mundillo.
A lo largo del citado artículo se esbozaban algunas cargas que debe soportar la persona encargada de gestionar los perfiles empresariales en redes sociales, muchas de ellas en ocasiones obviadas a simple vista. Ciertamente este es un problema bastante común, aunque no exclusivo del ámbito profesional de los Social Media.
El tema está bastante mal. Todos sabemos de alguien en el paro… y lo peor es que las perspectivas no son como para tirar cohetes. La gente necesita moverse, necesita hacer cosas útiles, llevar dinero a casa… pero es algo mucho más complicado de lo que pueda parecer y la esperanza se desvanece poco a poco.
Generalmente les incitamos a no estar parados aunque estén en situación de desempleo y con el boom de las redes sociales, es la salida fácil a priori: todo el mundo usa Facebook, quién más quien menos conoce Twitter. La gente se maneja bien y les gusta, de ahí su éxito. No es extraño que periodistas, profesionales del marketing, expertos en comunicación o cualquier trabajador de alguna otra castigada profesión pruebe.
Sus perfiles enriquecen el sector y sin duda aportan puntos de vistas requeridos por muchas empresas; pero ¿quién daría un autobús a alguien sin permiso de circulación?
A estas incorporaciones hay que añadir la fauna habitual de estos lares. Que llevamos muchas cosas buenas a la espalda, pero también somos muy dados culturalmente al pelotazo y la estampita. Vamos, que si la construcción funciona construimos más que nadie y si las energías renovables son el futuro, las hacemos presente y punto.
La consecuencia más preocupante de esto es que la profesión se devalúa. Es decir, si esto es una broma, lo pago como broma y que lo haga cualquiera.
De este modo, tenemos el caldo ideal. El cliente lo quiere barato y el presunto CM necesita un curro…. más el «hay que estar» en redes sociales. El desenlace está cantado: el experimento sale mal y las redes sociales no valen para nada. Horror.
El cuento suele acabar mal porque generalmente se confunde la parte con el todo. Y si te toca la parte mala, se acabó.
La clave está en la confianza. Es un concepto básico pero es realmente difícil de lograr. Todo requiere su tiempo: dar al cliente más de lo que espera y hacer tuyos sus objetivos, ayudar a los compañeros y apoyar a los novatos, aprender de las críticas y cumplir los compromisos, mostrar los resultados y solucionar los contratiempos… sin olvidarnos de disfrutar.
Con la maduración del sector, los no involucrados huirán, los oportunistas serán destapados y quedarán quienes lo han peleado. Pero eso necesita el tiempo… lo importante es seguir trabajando, hacer las cosas con pasión y dejarse atrapar por ésta profesión.
Hagamos un poco de autocrítica. Es obvio que algo no estamos comunicando bien. Medio en broma suelo comentar que la culpa la tiene Fanta, por aquello del premio aquel súper guay que daban para conocer profesiones molonas: fotógrafo, beta tester, surfer, DJ Personal Shopper y Community Manager. Toma ya.
Vamos, las típicas profesiones que para tus padres son pájaros en la cabeza y para tus amigos son vacaciones. Este comentario por supuesto es una broma, pero la comunicación de nuestras tareas ha girado siempre en ese sentido: ser Community Manager es divertido, relajado y cool.
Oye, que no digo yo que no lo sea, que me dedico a esto y me encanta; pero requiere una dedicación a la que muchos no están dispuestos… y otros sólo lo están en las circunstancias actuales (lo cual les puede llevar a la desesperación).
Es importante que los profesionales salgan al paso de los mitos. Recuerdo un curso sobre gestión de crisis en redes sociales en el que hubiese llorado a gusto. No es cuestión de meter miedo, pero a mi por ejemplo me pusieron las pilas rápido.
Si estás pensando en dedicarte a esto, ahora mismo vas a recibir una bofetada. Si sigues adelante, definitivamente, es lo tuyo…
Esto es lo que no te contaron del asunto:
Aún así, yo te animo a seguir adelante, que merece la pena. Estudia, ensaya, equivócate y disfrútalo.
Vas a aprender muchísimo y de muchos temas distintos. Entenderás un poquito mejor a los técnicos, tomarás distancia sobre cosas antes inamovibles, aprenderás cosas nuevas cada día. Te harás un experto en café y vas a dar mucho valor a pequeñas cosas olvidadas fuera de la pantalla del ordenador. Estarás pegado a la actualidad como un periodista y conversarás con gente de todo tipo como un camarero; defenderás a tu marca con psicología y a tu cliente con marketing. Te van a decir muchas frases bonitas, encontrarás gente que te ayudará sin pedirlo y vas a conocer cosas interesantes. Te lo vas a pasar bien.
Yo de mayor quiero dejar la «consulta de consultor» y ser comiuniti manayer ;o)
Hola,
resulta muy dificultoso leer tu blog, la letra gris sobre fondo blanco no pega bien. El color negro sobre fondo blanco se lee perfecto.
Un saludo