La hamburguesa. Ese pequeño pedazo de pecado carnal, cúspide de la gastronomía estadounidense, súmmum de la guarrindongada más selecta. Una de nuestras debilidades, a la que le permitimos pringarnos los dedos y desmoronarse a cada bocado, nos congrega cada mes en una jugosa iniciativa abierta a todos que recorre variopintos locales en busca de la burger perfecta. ¿No la conoces aún?
Las hamburguesa, nacida de los placeres gastronómicos más bajos, básicos y rápidos, se ha convertido en todo un icono. A veces para bien, a veces para mal; la burger encarna el sueño americano en sí mismo, la posibilidad de ser el plato estrella tanto en el garito del barrio como en el salón principal de un gran restaurante.
Ella siempre va bien. Acompañada o no, siempre da el callo. Lo mismo para cenar que para desayunar, los restaurantes de comida rápida la sirven tanto para calmar la hambruna después de una noche de fiesta como para aperitivo antes de una sesión de cine con sus palomitas incluidas. Y da igual si eres carnívoro confeso o estricto vegetariano… hay una para ti. Con lechuga o pepinillo, tomate o cebolla, huevo o bacon, ketchup o mayonesa… o con todo eso y más, hay una para ti.
Nosotros, que somos de jamarla a mediodía, con su «pan-pan», acompañada de cuantas más cosas mejor, flanqueada por patatas fritas y birra; tenemos que confesar que la hemos degustado a cualquier hora del día o la noche, entre pan de molde, al más puro estilo «viuda» y con un vaso de agua para pasarla. Y el resultado, como cada cosa tiene su momento y su lugar, siempre ha sido perfecto. Por eso tenemos el placer de tomar parte, cuando el dichoso calendario lo permite, de la gloriosa iniciativa BurgerRoute: un evento mensual que se organiza a través de su página de Facebook, al que podéis uniros para participar en las siguientes rutas, que se deciden con la colaboración de todos y se anuncian una semana antes de su celebración.
No somos Nueva York ni Los Ángeles. Tampoco damos nombre a hamburguesas famosas como los holandeses o los alemanes. Pero no tenemos que envidiarles a ninguno de ellos. En realidad en nada, pero por supuesto en esto tampoco: Bilbao es la capital del mundo, es la capital de la hamburguesa y es la sede oficial de BurgerRoute.
La iniciativa, surgida por y para amantes del plato, ha cumplido este mes su 30ª edición. Una treintena de quedadas en torno a una mesa en distintas mecas del hamburguesismo botxero (y el fino arte del postre) en las que hemos disfrutado de buena mesa y agradables charlas sobre emprendimiento, gastronomía, marketing, comunicación y otras muchas cuestiones con las que hemos aprendido muchísimo.
Porque BurgerRute es mucho más que buscar la hamburguesa ideal de nuestro entorno y compartir críticas sobre el manjar. Porque a veces te acostumbras demasiado al pan – carne – queso – lechuga, y es bueno meterle un poco de mostaza a tu rutina. Te sientes cómodo agarrando tu pan redondo para que nada se salga de dentro, pero así nunca sabrás si te viene mejor el cuadrado. En ocasiones el dulce sabor del tomate es perfecto, pero hay otras que hay que cambiarlo por piperrada para ponerse las pilas. Y las patatas fritas siempre parecen ser la compañía ideal, pero resulta que también hay buenos momentos para los aros de cebolla.
Después de todo este tiempo, nos hemos convertido en auténticos expertos hamburgueseros en la zona, habiendo visitado ya templos como El Viejo Roble, Doce de Ajuriaguerra, La Florinda, Crazy Horse, Yamike, Asador Morán, Hatari, Burger Lisboa La Mutua o Kikarea.
¿Cuál es la mejor hamburguesa? Para gustos los colores, porque a cada uno le va la suya propia, la del bar de toda la vida o aquella que comió en no sé qué callejón de quién sabe qué ciudad americana. Y aunque tenemos nuestras leyes inamovibles de qué necesita el bocado burgerroutero perfecto, sería imposible ponernos de acuerdo por muchas experiencias que hayamos visto (y probado).
Pero sí sabemos qué es lo mejor de esta culinaria iniciativa. Como casi todo lo que merece la pena, la hamburguesa es mejor compartida. ¡Ojo! Compartida al estilo Joey de Friends, que cada uno tiene su plato… pero compartida en buena compañía. Por eso, si te gustan las hamburguesas y la buena compañía, si quieres debatir sobre su preparación y matices… o de todo lo que pasa alrededor mientras la degustamos, no te pierdas el siguiente evento. Te vas a enganchar como te enganchaste a este sándwich inventado en el siglo XIX.
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